DEFORESTACIÓN Y DESERTIFICACIÓN

La deforestación y la desertificación son dos fenómenos que van de la mano.

La deforestación y desertificación puden ser peligrosos cuando suceden en gran escala. La deforestación es la disminución de los árboles y la vida vegetal, mientras que la desertificación es cuando la tierra se vuelve estéril y ya no contiene los nutrientes suficientes para poder producir vegetación.

¿Por qué hay deforestación y desertificación?

La deforestación principalmente se debe a la tala de árboles: usamos los árboles para crear papel que luego desperdiciamos, usamos demasiada madera o madera de especies escasas para nuestros muebles, talamos árboles para tener campo que sirva a la ganadería, sin contar con la tala ilegal que se produce en zonas que deberían estar protegidas por los gobiernos y autoridades. Por esas razones cada vez hay menos bosques y selvas en el mundo.

Los bosques son muy importantes porque se encargan de purificar el aire, modulan el clima y controlan la humedad ambiental, sin ellos la temperatura del planeta se modifica y el suelo se erosiona.

Cuando no cuidamos el suelo adecuadamente, lo agotamos, esto quiere decir que pierde sus propiedades para servir de alimento a las plantas y el terreno se convierte en un desierto, por eso se le llama "desertificación".

No importa qué tratemos de sembrar, ahí nada crece, si se aplican fertilizantes químicos para sustituir el abono natural del terreno, a la larga estamos provocando una desertificación, porque los químicos se acumularán y cumularán en la tierra hasta llegar al punto en que ya no sirvan como alimento sino que se convierten en veneno.

A su vez la deforestación también produce desertificación, pues los árboles ayudan a retener agua en la tierra que al mantenerse húmeda permite la fácil degradación de materia orgánica que servirá de abono al suelo. Sin árboles la húmedad no se retiene y no se puede llevar a cabo este proceso de fertilización natural.