DESPILFARRO DE ALIMENTOS

El despilfarro de alimentos no sólo ocurre al interior de nuestros hogares, cuando dejamos que nuestras verduras pasen demasiado tiempo en el refrigerador o abandonamos las latas en la despensa.

El despilfarro de alimentos está presente en toda la cadena de suministro, comenzando desde las primeras etapas.

Los alimentos recorren un largo camino para llegar hasta nuestros platos. La ruta es de varias etapas e inicia con la producción agrícola y continúa con la poscosecha, es decir almacenamiento, procesamiento (enlatado, cocción, etcétera), distribución en el mercado y finalmente consumo.

En la obtención de carne y mariscos la etapa inicial corresponde a la crianza animal y pesca respectivamente. El llamado "despilfarro de alimentos" se produce en toda la cadena de suministro, no sólo en el consumo; involucra tanto la "pérdida" -ocurrida durante la preparación del producto para ser vendido-, como al "desperdicio" -influido específicamente por la selección que hacen vendedores y los hábitos de cada individuo en su hogar-.

Hace tres años la FAO solicitó al Instituto Sueco de Alimentos y Biotecnología realizar un estudio global sobre el despilfarro de alimentos en áreas de ingresos altos, medianos y bajos. Los investigadores analizaron las causas, factores y consecuencias del malgasto de comestibles. Mientras recopilaron la información disponible de cada región, se percataron que en algunos países no existían datos estadísticos precisos. Así que para hacer los cálculos de esos lugares, se basaron en reportes de zonas con características económicas similares.

Descubrieron que el despilfarro de alimentos en regiones industrializadas es tan alto como en las que están en desarrollo. La diferencia es que en las naciones con nivel de vida más alto y mediano el despilfarro de alimentos ocurre, en gran medida, durante el consumo.

En cambio, el despilfarro de alimentos en los países con menos recursos se registraba en las fases iniciales de la cadena de abastecimiento. El despilfarro de alimentos puede presentarse en cada ciclo del trayecto, ya sea por accidentes, mala infraestructura o errores humanos.

Los agricultores y granjeros de zonas sudesarrolladas enfrentan varias dificultades para mantener intacta su producción. Por ejemplo, a veces los agricultores deben generar más cosecha de la normal para estar preparados antes las plagas, el mal clima o algún desastre que pudiera poner en riesgo la cantidad de producto, fecha de entrega y el precio acordado con sus compradores. O bien, tienen que recoger su cultivo antes de tiempo -cuando los alimentos todavía no están maduros- por desesperación de conseguir dinero en temporadas complicadas.

Hay granjeros a quienes sus productos se echan a perder por no contar con equipo adecuado de transporte, almacenamiento y refrigeración. En Banghabarighat, Bangladesh, la leche es transportada desde el campo hasta las fábricas en botellones grandes, colocados sobre bicicletas o carretas impulsadas por hombres. Durante el largo camino a las plantas procesadoras, el líquido se expone a constantes cambios de temperatura en periodos prolongados, esto propicia la multiplicación de bacterias lácticas y de microorganismos que perjudican su condición.

Si bien la producción es baja, el no poder controlar la higiene y no tener acceso a tecnología para probar la calidad, provoca la pérdida de una buena parte del producto.

Otras circunstancias también pueden provocar el despilfarro de alimentos: derrames, caídas, contacto con toxinas naturales, agua contaminada, pesticidas nocivos y enfermedades animales que impiden cumplir las normas de inocuidad alimentaria desde el campo. En casos extremos, si no hay calidad en los alimentos desde el inicio, se incrementa la cantidad del despilfarro.

Mucho del despilfarro de alimentos se da también por discriminación en la comida, son varios los centros y fábricas que desechan productos con buen sabor y contenido nutritivo sólo por no cumplir con estándares estéticos. Por ejemplo, en la empresa británica M.H. Poskitt Carrots, sólo se usan aquellas zanahorias con forma recta, si presentan manchas, están rotas, torcidas o no tienen un color naranja brillante, son asignadas a la comida del ganado o se tiran.

Otro ejemplo es el de Marks & Spencer, una firma inglesa que surte 35 variedades de sándwiches con combinaciones y cortes diferentes. Lo que hay detrás de sus ventas es una petición rigurosa a sus proveedores de pan: quitar las primeras rebanadas de cada extremo de una pieza. Esto implica en desecho cada día de 13 mil rebanadas de pan fresco. Tirar es más barato que utilizar o reutilizar.